Iglesia y Convento de Santo Domingo siglos XVI-XVII
La Orden de los Predicadores se instaló en Baza a mediados
del siglo XVI, cuando el matrimonio formado por el licenciado Francisco Páez de
Espinosa y doña Catalina de Luján y Guzmán, instaron al provincial de los
dominicos en Andalucía a que fundase un convento en la ciudad bajo su
patronazgo. En abril de 1553 el vicario de la Orden en Andalucía tomaba
posesión de una gran huerta de seis fanegas de extensión regada por la acequia
Mayor, situada en el pago de la Tamasca, en las afueras de la ciudad. Una
hilera de nueve casas, en la parte de la huerta abierta a la calle, completaba
la donación. El convento se puso bajo la advocación de Santa Bárbara. Los
dominicos se comprometieron a levantar a su costa en aquellos terrenos casa,
iglesia y capilla mayor. Los patronos, cuyas armas debían decorar el convento y
la iglesia, se reservaban el enterramiento exclusivo en la capilla mayor para
ellos y sus descendientes y a cambio cedían a la Orden diversos bienes raíces y
rentas para el sustento de la comunidad y construcción de la capilla.
En 1565 el viejo matadero fue adquirido por los dominicos,
con ayuda de su protectora y sobre él se construiría parte del convento. A
partir de 1608 se impulsó la construcción de la iglesia, que se inauguró el 1
de febrero de 1613. Su fachada es sencilla y se divide en dos niveles mediante
friso de triglifos y metopas con florones y cornisa. La parte inferior presenta
arco de medio punto con arquivoltas decoradas y medusa en su clave y se enmarca
entre dos columnas adosadas de orden dórico sobre pedestales. En el piso
superior aparecen dos hornacinas con arcos de medio punto en forma de venera
que albergaron sendas imágenes: según unos santo Domingo y santa Bárbara y
según otros las de los Santos Médicos, san Cosme y san Damián. Los extremos de
la cornisa están ocupados por pináculos rematados en bolas, cierra el conjunto
un frontón culminado por tres pirámides similares.
A través de la puerta se accedía perpendicularmente a la
iglesia. Tras una primera estancia, cubierta por bóveda de yeso, se encuentra
el sotocoro. Posee un notable alfarje de gruesas jácenas con sus papos labrados
y zapatas de acantos que delimitan recuadros con motivos florales. Las vigas se
apoyan sobre un trabajado arrocabe en donde se repite la leyenda “Año- 1617- 3 agosto”, la fecha de su
finalización. Por una puerta situada a la izquierda, hoy cegada, se accedía al
claustro. Al fondo hay una estancia con sencillo alfarje, y el coro alto
conserva restos de pinturas murales, entre ellas un escudo de la Orden. Esta
parte de la iglesia recientemente restaurada funciona como sala de exposiciones
y conferencias. El resto del templo se encuentra en ruinas y al descubierto. La
parte central de la fachada del convento la ocupaba la torre, que fue
desmantelada en los años treinta al construirse el teatro.
El magnífico
claustro del antiguo convento, al que se accede por la entrada el teatro,
está datado entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. De planta
cuadrada y dos pisos, presenta cinco arcos de medio punto rebajados por banda,
soportados por esbeltas columnas de mármol de orden dórico sobre pedestales. En
las enjutas aparecen rosetones con la cruz de los dominicos y cada uno de los
pisos se remata con un entablamento compuesto de friso de triglifos y metopas
con florones y una cornisa, que se quiebra hacia fuera de forma muy original en
el centro de cada uno de los lados. En la parte interior del claustro bajo se
reproduce la arquería sobre pilastras adosadas, con profusa decoración vegetal
de yeso en las arquivoltas, claves y arranques de los arcos. Aquí existen
varias puertas hoy clausuradas y algunas muy decoradas, que comunicaban con la
torre y la bodega del convento. El claustro superior presenta columnas de menor
tamaño y hoy se encuentra cegado e integrado en las distintas viviendas. El
centro del patio está ocupado por una fuente hexagonal que reemplaza a la que
se supone originaria, que sería la situada en la plaza de Santo Domingo.
Al piso superior se accedía mediante una monumental
escalinata barroca, se desarrolla en tres tramos y se cubre con una cúpula
sobre pechinas en la que hay pintados escudos de la Orden, rematada en una
linterna abierta en seis arquillos. Se conservan diversos lienzos en las
paredes y una inscripción de la restauración llevada a cabo por su propietario
en 1908.
Durante la Guerra de la Independencia fue el edificio
religioso que más sufrió el saqueo de las tropas francesas, que incendiaron la
iglesia y la convirtieron en almacén y cuadra, solo la capilla se pudo salvar.
En 1809 residía en este convento, como hermano de un fraile, el joven Baldomero
Espartero, de donde partió para alistarse como voluntario contra los invasores,
comenzando así su brillante carrera militar. El convento desamortizado y
enajenado por el Estado en 1835, fue adquirido en 1884 por Luciano Dengra,
cuyos herederos construyeron en los años treinta del siglo XX el Teatro Dengra,
en el huerto del convento. El resto se dedicó a viviendas y a diferentes usos (
comercio, bodega,..)
Antiguo Convento e Iglesia de Santo Domingo |
Claustro con fuente central |
Antiguo
Convento de Santa Isabel siglos
XVI-XVIII, hoy Colegio de la Presentación.
Enclavado en una zona de
callejuelas estrechas se encuentra el Colegio de la Presentación,
en el callejón del Almendro, con una pequeña iglesia anexa que se construyó en
el siglo XVI, aunque reformada posteriormente, con elementos mudéjares y
góticos a la que se accede por la calle las Monjas. Entre sus aspectos más
llamativos destaca un bonito artesonado de madera, decorado con policromía y el
claustro anexo a la iglesia. Este edificio vino a sustituir al Convento de
Santa Isabel.
Tras una primera ubicación en
otro lugar de la ciudad, se construye en su actual solar a mediados del siglo
XVI. Actualmente se conservan la iglesia y parte del convento, muy
transformado. En este último destacan su claustro sobre pilares octogonales de
ladrillo y la sala capitular cubierta con un alfarje con jácenas y una armadura
ochavada con decoración de lazo y dos paños planos a ambos lados. Tanto el
alfarje como la armadura están ricamente policromados. La iglesia con elementos
tardogóticos y mudéjares, es de dos naves. La central se cubre con bóveda de
cañón con lunetos y arcos fajones. Del antiguo coro alto situado a los pies,
sólo se conserva una pequeña tribuna en el lado de la Epístola.
|
Entrada a la iglesia por calle de las Monjas |
Entrada al colegio por callejón del Almendro |
Iglesia y convento de San Antón siglo XVII
La iglesia fue construida en 1663 sobre una antigua ermita
fundada por los Reyes Católicos. Formaba parte del convento de franciscanos recoletos que se estableció
en el lugar en 1609. El templo actual, con planta de cruz latina de una sola
nave, crucero, capilla mayor y coro a los pies, se levantó a principios del siglo XVII.
Destaca el presbiterio engalanado con una preciosa
ornamentación pintada a base de cintas entrelazadas y el escudo de la familia
propietaria. Consta de tres naves, está cubierta por bóveda de cañón y conserva
en su interior bellos restos de policromía.
En el siglo XIX fue abandonado por los religiosos y casi
destruido por las tropas invasoras francesas.
En la actualidad presenta grietas y humedad en la bóveda
de la nave principal de la iglesia, filtraciones en las cubiertas, hundimientos
de las cubiertas, posibles daños en las magníficas pinturas murales, aumento de
grietas, etc. Posibles desprendimientos de uno parte de uno de los arcos
fajones; el convento se ha mutilado
salvajemente desde 1995. En la actualidad se destina a vivienda y almacén.
Iglesia y Monasterio de San Jerónimo de los Siglos XVI-XVII
El Monasterio de San Jerónimo y su iglesia fueron
construidos a instancias y bajo el patrocinio de la familia Enríquez-Luna junto
a su palacio, desde el que podían asistir a los oficios religiosos a través de
una algorfa o pasadizo elevado que accedía directamente a la capilla mayor.
La iglesia se concluyó en 1690 si bien las primeras obras
tanto en ella como en el Monasterio se iniciaron en 1502. Del Monasterio, que
tuvo gran importancia en toda la comarca entre los siglos XVI y XIX, se
conservan pocos restos integrados en una vivienda privada.
En estado ruinoso en la actualidad con desprendimiento del
tejado de su torre mudéjar.
Ha servido de todo: cárcel real, en 1839; parque de
artillería, en la guerra civil; almacén sustitutivo de Casa de Hermandad
cofrade…
Claustro del antiguo convento de San
Francisco, del siglo XVI.
Parte del claustro del Convento de San Francisco del siglo XVI, actualmente desparecido, se trasladó a
principios de los años ochenta del pasado siglo, al recinto de la Alcazaba.
Parte del claustro del Convento de San Francisco del siglo XVI, actualmente desparecido, se trasladó a
principios de los años ochenta del pasado siglo, al recinto de la Alcazaba.
Ermita de San Marcos o del Humilladero,
de estilo barroco,
resalta por las dos cúpulas de media naranja de su cubierta, en la actualidad
se dedica a almacén.
Ermita de Santa Rita, edificada en el solar del Convento del Espíritu Santo, destaca su torre mudéjar.

Ermita de San Sebastián abandonada, desde ella despedían los sacerdotes a los entierros que seguían
hacia el cementerio.
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