domingo, 24 de noviembre de 2013

Antiguos conventos, iglesias y ermitas

Iglesia y Convento de Santo Domingo siglos XVI-XVII

La Orden de los Predicadores se instaló en Baza a mediados del siglo XVI, cuando el matrimonio formado por el licenciado Francisco Páez de Espinosa y doña Catalina de Luján y Guzmán, instaron al provincial de los dominicos en Andalucía a que fundase un convento en la ciudad bajo su patronazgo. En abril de 1553 el vicario de la Orden en Andalucía tomaba posesión de una gran huerta de seis fanegas de extensión regada por la acequia Mayor, situada en el pago de la Tamasca, en las afueras de la ciudad. Una hilera de nueve casas, en la parte de la huerta abierta a la calle, completaba la donación. El convento se puso bajo la advocación de Santa Bárbara. Los dominicos se comprometieron a levantar a su costa en aquellos terrenos casa, iglesia y capilla mayor. Los patronos, cuyas armas debían decorar el convento y la iglesia, se reservaban el enterramiento exclusivo en la capilla mayor para ellos y sus descendientes y a cambio cedían a la Orden diversos bienes raíces y rentas para el sustento de la comunidad y construcción de la capilla.

En 1565 el viejo matadero fue adquirido por los dominicos, con ayuda de su protectora y sobre él se construiría parte del convento. A partir de 1608 se impulsó la construcción de la iglesia, que se inauguró el 1 de febrero de 1613. Su fachada es sencilla y se divide en dos niveles mediante friso de triglifos y metopas con florones y cornisa. La parte inferior presenta arco de medio punto con arquivoltas decoradas y medusa en su clave y se enmarca entre dos columnas adosadas de orden dórico sobre pedestales. En el piso superior aparecen dos hornacinas con arcos de medio punto en forma de venera que albergaron sendas imágenes: según unos santo Domingo y santa Bárbara y según otros las de los Santos Médicos, san Cosme y san Damián. Los extremos de la cornisa están ocupados por pináculos rematados en bolas, cierra el conjunto un frontón culminado por tres pirámides similares.

A través de la puerta se accedía perpendicularmente a la iglesia. Tras una primera estancia, cubierta por bóveda de yeso, se encuentra el sotocoro. Posee un notable alfarje de gruesas jácenas con sus papos labrados y zapatas de acantos que delimitan recuadros con motivos florales. Las vigas se apoyan sobre un trabajado arrocabe en donde se repite la leyenda “Año- 1617- 3 agosto”, la fecha de su finalización. Por una puerta situada a la izquierda, hoy cegada, se accedía al claustro. Al fondo hay una estancia con sencillo alfarje, y el coro alto conserva restos de pinturas murales, entre ellas un escudo de la Orden. Esta parte de la iglesia recientemente restaurada funciona como sala de exposiciones y conferencias. El resto del templo se encuentra en ruinas y al descubierto. La parte central de la fachada del convento la ocupaba la torre, que fue desmantelada en los años treinta al construirse el teatro.

El magnífico claustro del antiguo convento, al que se accede por la entrada el teatro, está datado entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. De planta cuadrada y dos pisos, presenta cinco arcos de medio punto rebajados por banda, soportados por esbeltas columnas de mármol de orden dórico sobre pedestales. En las enjutas aparecen rosetones con la cruz de los dominicos y cada uno de los pisos se remata con un entablamento compuesto de friso de triglifos y metopas con florones y una cornisa, que se quiebra hacia fuera de forma muy original en el centro de cada uno de los lados. En la parte interior del claustro bajo se reproduce la arquería sobre pilastras adosadas, con profusa decoración vegetal de yeso en las arquivoltas, claves y arranques de los arcos. Aquí existen varias puertas hoy clausuradas y algunas muy decoradas, que comunicaban con la torre y la bodega del convento. El claustro superior presenta columnas de menor tamaño y hoy se encuentra cegado e integrado en las distintas viviendas. El centro del patio está ocupado por una fuente hexagonal que reemplaza a la que se supone originaria, que sería la situada en la plaza de Santo Domingo.

Al piso superior se accedía mediante una monumental escalinata barroca, se desarrolla en tres tramos y se cubre con una cúpula sobre pechinas en la que hay pintados escudos de la Orden, rematada en una linterna abierta en seis arquillos. Se conservan diversos lienzos en las paredes y una inscripción de la restauración llevada a cabo por su propietario en 1908.


Durante la Guerra de la Independencia fue el edificio religioso que más sufrió el saqueo de las tropas francesas, que incendiaron la iglesia y la convirtieron en almacén y cuadra, solo la capilla se pudo salvar. En 1809 residía en este convento, como hermano de un fraile, el joven Baldomero Espartero, de donde partió para alistarse como voluntario contra los invasores, comenzando así su brillante carrera militar. El convento desamortizado y enajenado por el Estado en 1835, fue adquirido en 1884 por Luciano Dengra, cuyos herederos construyeron en los años treinta del siglo XX el Teatro Dengra, en el huerto del convento. El resto se dedicó a viviendas y a diferentes usos ( comercio, bodega,..)

Antiguo Convento e Iglesia de Santo Domingo
Claustro con fuente central
     

Antiguo Convento de Santa Isabel siglos XVI-XVIII, hoy Colegio de la Presentación.

Enclavado en una zona de callejuelas estrechas se encuentra el Colegio de la Presentación, en el callejón del Almendro, con una pequeña iglesia anexa que se construyó en el siglo XVI, aunque reformada posteriormente, con elementos mudéjares y góticos a la que se accede por la calle las Monjas. Entre sus aspectos más llamativos destaca un bonito artesonado de madera, decorado con policromía y el claustro anexo a la iglesia. Este edificio vino a sustituir al Convento de Santa Isabel.

Tras una primera ubicación en otro lugar de la ciudad, se construye en su actual solar a mediados del siglo XVI. Actualmente se conservan la iglesia y parte del convento, muy transformado. En este último destacan su claustro sobre pilares octogonales de ladrillo y la sala capitular cubierta con un alfarje con jácenas y una armadura ochavada con decoración de lazo y dos paños planos a ambos lados. Tanto el alfarje como la armadura están ricamente policromados. La iglesia con elementos tardogóticos y mudéjares, es de dos naves. La central se cubre con bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones. Del antiguo coro alto situado a los pies, sólo se conserva una pequeña tribuna en el lado de la Epístola.

       
Entrada a la iglesia
por calle de las Monjas
Entrada al colegio por callejón del Almendro
                         





Iglesia y convento de San Antón siglo XVII

La iglesia fue construida en 1663 sobre una antigua ermita fundada por los Reyes Católicos. Formaba parte del convento de franciscanos recoletos que se estableció en el lugar en 1609. El templo actual, con planta de cruz latina de una sola nave, crucero, capilla mayor y coro a los pies, se levantó a principios del siglo XVII.

Destaca el presbiterio engalanado con una preciosa ornamentación pintada a base de cintas entrelazadas y el escudo de la familia propietaria. Consta de tres naves, está cubierta por bóveda de cañón y conserva en su interior bellos restos de policromía.

En el siglo XIX fue abandonado por los religiosos y casi destruido por las tropas invasoras francesas.

En la actualidad presenta grietas y humedad en la bóveda de la nave principal de la iglesia, filtraciones en las cubiertas, hundimientos de las cubiertas, posibles daños en las magníficas pinturas murales, aumento de grietas, etc. Posibles desprendimientos de uno parte de uno de los arcos fajones;  el convento se ha mutilado salvajemente desde 1995. En la actualidad se destina a vivienda y almacén.

                             

Iglesia y Monasterio de San Jerónimo de los Siglos XVI-XVII

El Monasterio de San Jerónimo y su iglesia fueron construidos a instancias y bajo el patrocinio de la familia Enríquez-Luna junto a su palacio, desde el que podían asistir a los oficios religiosos a través de una algorfa o pasadizo elevado que accedía directamente a la capilla mayor.

La iglesia se concluyó en 1690 si bien las primeras obras tanto en ella como en el Monasterio se iniciaron en 1502. Del Monasterio, que tuvo gran importancia en toda la comarca entre los siglos XVI y XIX, se conservan pocos restos integrados en una vivienda privada.

En estado ruinoso en la actualidad con desprendimiento del tejado de su torre mudéjar.

Ha servido de todo: cárcel real, en 1839; parque de artillería, en la guerra civil; almacén sustitutivo de Casa de Hermandad cofrade…  

       



Claustro del antiguo convento de San Francisco, del siglo XVI.

Parte del claustro del Convento de San Francisco del siglo XVI, actualmente desparecido, se trasladó a
principios de los años ochenta del pasado siglo, al recinto de la Alcazaba.


             


Ermita de San Marcos o del Humilladero, de estilo barroco, resalta por las dos cúpulas de media naranja de su cubierta, en la actualidad se dedica a almacén. 

                         

Ermita de Santa Rita, edificada en el solar del Convento del Espíritu Santo, destaca su torre mudéjar.

   

Ermita de San Sebastián abandonada, desde ella despedían los sacerdotes a los entierros que seguían hacia el cementerio.

                                 
                       





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